Los iPhone de este año están generando sensaciones encontradas. Hace unos días os trajimos el análisis de los iPhone 13 Pro y os contamos que, aunque suponen un tímido avance en algunos apartados, en otros vemos un salto importante.
La pantalla LTPO sienta genial a iOS, el nuevo conjunto de cámaras está en el TOP del año, siguen siendo bestias para grabar vídeo y la mayor batería les viene muy bien. Y sí, eso no quita que en otros apartados se sientan demasiado continuistas.
Ahora, sin embargo, vamos con el análisis del iPhone 13 y del iPhone 13 Mini, los dos modelos ‘básicos’ de los de Cupertino que no suponen un salto tan ‘grande’ como el de los Pro y que hará que muchos de los que tenéis un iPhone 12 (o incluso un iPhone 11) os preguntéis si vale la pena cambiar o esperar al iPhone 14.
Y como en el análisis de los iPhone 13 Pro, vamos a hablar del 13 Mini y del 13 a la vez porque, excepto por el tamaño y la batería, son dos teléfonos idénticos.
iPhone 13 Mini | iPhone 13 | |
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Pantalla | Panel OLED de 5,4″ | Refresco 60 Hz | Panel Dolby Vision | Brillo de 800 nits, pico de 1.200 nits | Resolución de 2340 x 1080 píxeles | 476 píxeles por pulgada | Panel OLED de 6,1″ | Refresco 60 Hz | Panel Dolby Vision | Brillo de 800 nits, pico de 1.200 nits | Resolución de 2.532 x 1.170 píxeles | 460 píxeles por pulgada |
Procesador | Apple A15 | Apple A15 |
Memoria RAM | 4 GB | 4 GB |
Almacenamiento | 128, 256, 512 GB | 128, 256, 512 GB |
Cámaras principales | Principal de 12 Mpx f/1.6 Dual Pixel y sensor estabilizado | Gran angular de 12 Mpx f/2.4 | Principal de 12 Mpx f/1.6 Dual Pixel y sensor estabilizado | Gran angular de 12 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 12 Mpx f/2.2 | Sensor 3D | 12 Mpx f/2.2 | Sensor 3D |
Batería | 2.438 mAh | Carga de 20 W | MagSafe de 15 W | Carga magnética de 7,5 W | 3.240 mAh | Carga de 20 W | MagSafe de 15 W | Carga magnética de 7,5 W |
Sistema operativo | iOS 15 | iOS 15 |
Dimensiones y peso | 131,5 x 64,2 x 7,7 mm | 141 gramos | 146,7 x 71,5 x 7,7 mm | 174 gramos |
Precio | 809 euros en Amazon | 909 euros en Amazon |
Apartados de diseño del análisis del iPhone 13:
- Diseño: acabado brillante con un Mini que sigue siendo ideal
- Pantalla y sonido: marcando la mayor diferencia con los modelos Pro
- Rendimiento: el A15 con un núcleo menos en su GPU sigue brillando en el día a día
- Batería: más capacidad para llegar al final del día
- Cámara: el sensor principal del 12 Pro Max junto a un gran angular que no es el de los 13 Pro
- Conclusión: pocos cambios respecto al año pasado, pero más batería que viene genial al Mini
Acabado brillante con un Mini que sigue siendo ideal
Salta a la vista que este año no tenemos una diferencia en diseño en ninguno de los iPhone 13 si los comparamos con los modelos del año pasado.
En los modelos Pro tenemos ese acabado brillante para los laterales de acero inoxidable y mate para el cristal trasero y en los 12 ‘a secas’ tenemos el efecto contrario.
Los laterales son de aluminio con textura, ofreciendo un tacto muy premium y, aunque es menos resistente que el acero, es un acabado que me gusta más.
En la trasera tenemos cristal, pero con acabado brillante. Las huellas se quedan muy fácilmente y que sean más o menos evidentes va a depender del color que tengáis.
Nuestro iPhone 13 en color azul es muy, muy bonito y las huellas, realmente, no se notan tanto. Nuestro 13 Mini es el nuevo color ‘medianoche’ y este sí es bastante sucio, pero la verdad es que el color me parece muy, muy atractivo.
En la mano, el 13 se siente muy bien debido a los materiales, pero si sois amantes de los teléfonos compactos, el 13 Mini os va a encantar.
Hace unos meses os contamos cuáles eran, en nuestra opinión, los mejores teléfonos compactos que podíais comprar y mis preferidos eran el iPhone 12 Mini –análisis– y el Asus Zenfone 8 –análisis-.
Es un móvil que entra en cualquier bolsillo, que puedes manejar a la perfección con una sola mano y que sigue manteniendo ese rendimiento y tacto TOP gracias a sus componentes.
Ahora bien, hay un pequeño problema en este Mini con el nuevo notch. Y es que, sí, es un 20% más pequeño, lo que significa que Apple ha reducido lo que ocupa en los laterales, dejando libre algo más de pantalla.
Sin embargo, también es un poco más alto y en vídeos con formato 18:9 de YouTube (consumo muchos YouTubers con ese formato y nosotros mismos trabajamos con él) el notch se mete en el vídeo aunque no lo ampliemos.
En juegos y vídeos a pantalla completa, creo que este notch es también más intrusivo y el motivo por el que es más alto es porque Apple, para reducir lo que ocupa en los laterales, ha llevado el auricular de llamadas del notch a la parte superior, pegado al borde de aluminio.
Pero bueno, por lo demás, y quitando que no me gusta el nuevo tamaño del notch porque no aporta nada, seguimos estando ante dos modelos que se sienten genial en la mano, aunque me quedo, de lejos, con el Mini por su formato.
Marcando la mayor diferencia con los modelos Pro en la pantalla
Pero vamos a la pantalla, ya que aquí tenemos el punto más controvertido de estos nuevos iPhone.
Y es que, entre los cuatro modelos del año pasado no había una diferencia en el panel o su calidad. Simplemente, aparte del tamaño, había que elegir entre el telefoto del Pro o el nuevo sensor principal del Pro Max, pero la pantalla era, más o menos, la misma.
Este año no ocurre eso y sí tenemos la misma pantalla que en otros iPhone sí, pero que los del año pasado.
Apple se ha reservado el fantástico panel LTPO para sus nuevos modelos Pro y aquí tenemos una pantalla de 5,4″ o de 6,1″, dependiendo del modelo, OLED que sigue yendo a 60 Hz.
Sí, iOS tiene unas animaciones muy suaves y la verdad es que es un móvil superfluido, pero estamos hablando de móviles de más de 800 euros que siguen anclados en los 60 Hz y en los que no tenemos una mejora evidente respecto a la generación anterior.
El único cambio palpable es el brillo típico, que sube de los 600 nits a los 800 nits en estos nuevos modelos, pero nada más.
El iPhone 13 Mini, según nuestras mediciones, tiene una media de 2.037 luxes con una desviación de 109 luxes. Es un panel muy, muy brillante, pero peca en uniformidad. A estos niveles no lo vamos a notar, la verdad, pero el dato está ahí.
Por su parte, la media de brillo del iPhone 13 es de 2.213 con una desviación de 3,3 luxes, mucho mejor que el Mini en este aspecto.
La resolución sigue siendo de 476 píxeles por pulgada para el Mini y de 460 para el normal, el panel es HDR10 con Dolby Vision y sigue teniendo la misma relación de 19,5:9.
Y sí, para ver contenido es un panel espectacular, de los mejores que podemos encontrar debido a un calibrado que no podemos tocar en configuración, pero que viene con una finísima puesta a punto de fábrica.
Responde muy bien a nuestros toques y tanto para jugar como para consumir es muy, muy bueno, pero es innegable que deberíamos tener la misma tecnología que en los Pro, sobre todo teniendo en cuenta que el tamaño del Pro y del 13 normal es el mismo.
El sonido, por su parte, sigue siendo muy bueno. Tenemos un sistema estéreo que sigue gozando de un gran nivel y que sorprende, sobre todo, en el Mini debido a su tamaño.
Vais a poder daros una ducha usando el móvil como altavoz sin problema, jugar con un buen volumen hasta el 80% sin que empiece a distorsionar y consumir contenido.
No tenemos, evidentemente, ni jack ni ajustes de audio por software.
El A15 con un núcleo menos en su GPU sigue brillando en el día a día
En el interior, los cuatro iPhone 13 son casi iguales. No son idénticos porque hay cambios aquí y allá que ahora comentaremos, pero la experiencia en el día a día en aplicaciones, juegos y demás sigue siendo muy, muy buena.
Pero, como digo, no son iguales pese a montar todos el Apple A15. Y es que, aquí Apple ha hecho como con los portátiles con M1 y el procesador de todos los A15 es el mismo de seis núcleos con dos de ellos a 3,22 GHz, pero la GPU no es igual.
Los iPhone 13 y iPhone 13 Mini cuentan con cuatro núcleos de GPU frente a los cinco núcleos de los modelos Pro. Además, tienen 4 GB de RAM frente a los 6 GB de RAM de sus hermanos mayores.
¿Se nota en el día a día? Como digo, no, pero es que en los test sintéticos tampoco es que tengamos un a diferencia abismal y, de hecho, en las pruebas tanto de GPU como de CPU, los cuatro móviles rinden a un nivel muy, muy parecido.
iPhone 13 Pro Max | iPhone 13 Pro | iPhone 13 | iPhone 13 Mini | iPhone 12 Pro Max | iPhone 12 Pro | iPhone 12 | iPhone 12 Mini | |
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AnTuTu | 802.319 | 828.977 | 805.396 | 831.777 | 644.137 | 593.073 | 596.796 | 595.348 |
3D Mark Sling Shot Extreme | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | 5.679 | 5.937 | 5.898 | 5.476 |
3D Mark Wild Life puntuación | 9.071 | 9.728 | 9.166 | 9.042 | 9.119 | 8.815 | 8.489 | 6.701 |
3D Mark Wild Life FPS | 54,3 fps | 58,3 fps | 54,9 fps | 54,1 fps | 54 fps | 52 fps | 50 fps | 40 fps |
Como digo, en el día a día el rendimiento es muy bueno, pero como también lo era el año pasado con el A14.
Vais a poder jugar sin problema a juegos exigentes, aunque en títulos como Genshin Impact noto cierto calentamiento en la zona del SoC, pero nada preocupante.
iOS 15, por su parte, sigue siendo un sistema muy cerrado del que os hablamos con mayor detalle en el análisis del iPhone 13 Pro.
Hay detalles como los modos de concentración, el rediseño de algunas apps o el coger texto de una fotografía que se agradecen, pero al final es prácticamente lo mismo de los últimos años con alguna nueva función y el excelente rendimiento que conocemos.
Más capacidad de batería para llegar al final del día
Donde sí tenemos una novedad que es bienvenida es en la autonomía, aunque tampoco esperéis unas cifras locas en la pila, sobre todo en la del Mini.
Apple no da cifras de capacidad, pero por los diferentes ‘teardowns’ sabemos que el iPhone 13 Mini cuenta con una batería de 2.438 mAh frente a los 2.227 mAh de la generación anterior.
No es mucho más, ni de lejos, pero al menos es lo justito para hacer unas cinco horas de pantalla sin usar juegos ni grabar vídeo 4K y llegar al final del día sin tener que activar el modo ahorro.
No es un teléfono con el que os vayáis a poder ir a otra ciudad y activar el GPS durante un buen rato porque la batería es la que es y este tipo de servicios acaban con ella, pero se agradece la mejora.
Y, al final, es lo que tiene un teléfono tan compacto, que no entra una batería de más capacidad. Si sois de estar todo el día con el teléfono en la mano, os recomendaría no ir a por el Mini porque un día en el que la exigencia no se la habitual, seguramente, no llegaréis.
Respecto a la carga, tenemos la misma tecnología que en el resto de la familia, lo que se traduce en carga de 20 W por Lightning (sin cargador en la caja), carga Qi de 7,5 W y carga MagSafe de 15 W.
En nuestras pruebas con el adaptador de 27 W del MacBook Air tenemos la carga completa en 84 minutos.
Si nos vamos al 13 estándar, llegamos a las siete horas de pantalla en un día convencional de cámara y redes sociales.
En este caso tenemos una batería de 3.227 mAh y aquí sí notamos una mejora respecto a los 2.775 mAh del iPhone 12. En el caso del iPhone 13, la verdad, he estado más tranquilo en el día a día con la autonomía.
El tiempo de carga es de 92 minutos para llegar al 100% con el mismo adaptador del MacBook Air. Y sí, aunque lo llamen carga rápida, porque es de esos 20 W, el iPhone sigue sin tener nada que hacer si lo comparamos con prácticamente la totalidad de las compañías en lo que a tiempo de carga se refiere.
Es un móvil para cargar por la noche y, para eso, tenemos un ajuste que permite cargar el iPhone al 80% y que llegue al 100% cuando él detecte que nos vamos a despertar (según nuestros hábitos y la hora de la alarma).
Está bien para prolongar la vida útil y, aunque es algo que hemos visto en muchos otros teléfonos, se agradece
El sensor principal del 12 Pro Max junto a un gran angular que no es el de los 13 Pro
Una de las cosas que más me gustó de los iPhone 12 en cámara fue el sensor principal del 12 Pro Max. Se trataba de un nuevo sensor más grande con estabilización en el propio sensor y con un mejor rendimiento tanto de noche como en grabación de vídeo.
Además, que sea un sensor más grande aporta una menor distancia focal y el desenfoque que genera es bastante bonito.
Para mí, y con permiso del Gen 2 de Samsung, sigue siendo el mejor sensor principal en un móvil y, ahora, ese sensor con su estabilización y los 12 megapíxeles llegan a los iPhone 13.
Tiene unos píxeles muy grandes, de 1,7 micras, así como una apertura f/1.6 con la que capta mucha luz y el resultado en fotografías es espectacular tanto de día como de noche.
He de decir que no noto demasiadas diferencias (si no nos ponemos a comparar detalle fino) entre el 13 y el 13 Pro, que monta otro sensor, así es es una muy buena noticia.
La cámara del iPhone no procesa demasiado la fotografía y tanto el HDR como el balance de blancos están muy bien calculados. Es una imagen bastante fiel a la realidad, pero el mayor avance este año no viene de la mano del hardware, sino del software.
Y es que, esas ‘escenas’ que vimos en los Pro también está en los 13. Se trata de una serie de filtros preaplicados que no podemos modificar a posteriori y que emulan, o así lo creo, el procesado de imagen de otros móviles como el de los Samsung o los Pixel.
Así podemos tener fotos más saturadas o contrastadas, pero manteniendo bastante a raya tanto los tonos de piel como los cielos, y eso me ha gustado bastante.
De noche y en interior se mantiene ese enfoque realista en los colores y creo que el resultado es muy bueno, aunque no es tan espectacular como en otros teléfonos que, por el procesado, levantan mucho las sombras.
El gran angular es otro cantar. Con buena luz es correcto, no es el del Pro, pero no encuentro una aberración cromática evidente, corrige bien las líneas y me gusta que la consistencia de color con el sensor principal es total.
Ahora bien, cuando cae la noche… la cosa cambia. El ruido aparece enseguida, hay texturas que parecen una pintura a la acuarela y también perdemos el modo macro que tiene su hermano mayor.
Sí, de noche puede ser más raro utilizar el gran angular, pero que sepáis que las fotos que vais a conseguir con él son drásticamente distintas a las que obtenemos de día.
En el frontal tenemos el mismo sensor de 12 megapíxeles en todos los modelos de iPhone 13 y creo que funciona de forma muy digna cuando hay buena luz. Sigue tirando un poco a los tonos más cálidos, pero me gusta la imagen resultante y en retrato creo que ha mejorado el recorte.
De noche, igual que el gran angular, sufre con una notable pérdida de nitidez.
Si pasamos al vídeo, de noche tampoco es el punto fuerte porque se producen destellos de fuentes de luz, vale, pero de día me sigue pareciendo el móvil que mejor vídeo 4K60 graba del mercado… si no tenemos en cuenta el 13 Pro.
La estabilización es espectacular, así como la nitidez y el procesado de color y me gusta mucho el enfoque rápido y reactivo de los iPhone.
Además, este año con el mayor sensor, la profundidad de campo es menor, por lo que en vídeo se produce un desenfoque natural bastante bonito.
Pero hablando de desenfoque, tenemos que irnos al modo cinematográfico. Es el cacareado modo “retrato para vídeo” de los iPhone 13 que sigue funcionando genial en estos modelos ‘estándar’.
Perdemos la espectacularidad del modo con el teleobjetivo, pero con el angular principal seguimos teniendo unos resultados muy interesantes cuando no tenemos formas con demasiadas aristas que recortar aunque, eso sí, limitado a 1.080p30.
Si queréis ver las fotos originales, podéis verlas a través de este enlace.
Pocos cambios respecto al año pasado, pero más batería que viene genial al Mini
Al final, el iPhone 13 es… sí, uno de los mejores teléfonos del año por la solidez en apartados clave como la cámara, la pantalla, el rendimiento o la experiencia de usuario, pero también una pequeña decepción.
No solo hay una división clara con los modelos Pro en apartados como la pantalla LTPO o los tres nuevos, y más versátiles, sensores de los hermanos mayores, sino que es una generación difícil de justificar para quien venga de un iPhone 12… o incluso del 11 Pro.
Da la sensación de ser un muy buen móvil, pero en el que han tocado lo justo y necesario para justificar la renovación, pero aun así, hay elementos que mejoran y que agradecemos, como la batería.
El iPhone 13 sigue siendo un iPhone y ofrece una experiencia de usuario muy robusta, unas cámaras que mejoran con las escenas y que siguen siendo de las mejores para apuntar y disparar, así como unas bestias en grabación de vídeo.
Sin embargo, el modelo más prescindible del año considero que es el 13 normal, ya que no ofrece nada diferenciador tanto por la competencia como por la generación anterior. Si os estáis planteando ese tamaño de 6,1″, mejor invertir un poco más en el Pro.
Sin embargo, si lo que queréis es un móvil pequeño, potente y con muy buenas cámaras, pero el 12 Mini no os convencía por la batería que montaba, en ese caso… sí, el 13 Mini me parece una opción ideal. Y, de hecho, me parece junto al Pro de 6,1″ el mejor iPhone de 2021.