La metáfora de su nombre se fundamenta con la protección de virus informáticos, en relación a los teléfonos celulares cuando son conectados a computadoras de riesgo en cuanto a confianza.
Hoy 09:29
Los enchufes son el objeto al cual generalmente se conectan diversos aparatos tecnológicos que necesitan ser cargados. Extraña vez se decide emplear las entradas de otros dispositivos, como los puertos USB para cargar una batería.
Sin embargo, en algunas ocasiones de emergencia, cuando no hay más tomacorrientes disponibles y el teléfono está completamente descargado, usar un ordenador no sería mala idea. Existe el riesgo de que este no sea un aparato de confianza y esté infectado con malware que también se pueda pasar vía USB al celular, con lo cual se ponen en peligro los datos personales como cuentas bancarias.
Un malware es ese tipo de software malicioso que también se conoce como virus y es difundido en la web por cibercriminales. Estos buscan lucrarse, bien sustrayendo información sensible de los usuarios para luego pedirles dinero a cambio de devolverles los datos secuestrados, bien suplantándolos para cometer estafas.
Adicionalmente, con el paso al celular de virus, como troyanos o gusanos, se puede poner en peligro el sistema operativo o incluso el hardware, ocasionando que el dispositivo se dañe y quede totalmente inservible. Por todas estas razones se han vuelto tan populares los condones USB, ya que protegen de infecciones a los teléfonos que sean conectados a computadores.
Cómo funcionan estos condones USB
Para saber en qué consisten estos artefactos, primero es necesario conocer cómo están compuestos los cables USB, pues dentro de su revestimiento de plástico se hallan 4 hilos. De estos, dos transportan los datos entre ambas partes, mientras los restantes alimentan de energía al dispositivo —si este tiene baterías—. Por ello es tan factible que se pasen virus al móvil cuando se conecta a un ordenador mediante un cable USB.
Los cibercriminales no solo hacen uso de programas maliciosos para acceder a los datos privados de los usuarios, sino que también implementan una técnica llamada juice jacking, mediante la cual alteran los puertos USB para que sea muy fácil robarse la información sensible de las personas.
Los condones USB, al ser unos adaptadores que se instalan entre el teléfono y el computador, bloquean los dos hilos de los cables que se encargan de transmitir datos, para que solo esté disponible la opción de cargar la batería de los dispositivos sin que haya ningún tipo de paso de archivos.
Con lo anterior, aunque el nombre de estos aparatos resulte curioso, no es más que una metáfora, pues no guarda ninguna similitud con los condones usados por las personas. En lugar de esto, como ya se mencionó, se trata de adaptadores con la forma de una típica memoria USB a los que se conectan los cables y estos, a su vez, al puerto del computador. De esta manera se forma una clase de barrera entre los dos aparatos electrónicos.
A pesar de que estos elementos difieren de tamaño entre las diferentes marcas que existen en el mercado, siguen siendo pequeños y compactos, por lo que se podrán cargar a cualquier lugar. Además, resultan muy prácticos para espacios públicos donde a veces no se encuentran enchufes con facilidad.