Moldes para levantar casas ¿por computadora?

Holguín.–El diseño automatizado de moldes de aluminio para la construcción industrializada de viviendas no será un dolor de cabeza cuando Cuba disponga de la instalación fabril que ya está proyectada y en proceso de materialización en la zona central del país, con el propósito de garantizar esas estructuras.

La respuesta la han dado investigadores de la Universidad de Holguín, pertenecientes al Centro de Estudios, Diseño y Fabricación Asistidos por Computadoras (CAD-CAM).

El director de esa entidad científica, Rolando Esteban Simeón Monet, doctor en Ciencias Técnicas, asevera que el software creado allí, para el diseño automatizado de los moldes para el sistema constructivo denominado Forsa, ahorra tiempo y da pie a la obtención de productos de calidad.

«La proyección manual de los moldes mecánicos ocupa normalmente entre 30 y 60 días. Con nuestro software el proceso se reduce a uno o dos días y el molde se proyecta con todos los elementos y accesorios que necesita, al tiempo que se determinan también los diferentes tipos de perfiles requeridos para producirlos, así como su volumen. Y con ellos, a su vez, se puede hacer la tecnología de fabricación de las formaletas».

MÁS MENTES Y MANOS: ¡MEJOR!

Revela Simeón Monet que el registro de propiedad del software se hizo de conjunto con la Empresa de Proyectos e Investigaciones de las FAR, con la que trabajaron estrechamente tras la búsqueda del resultado materializado.

Al corriente de los asuntos económicos, comenta que cada dos años el país invierte entre 15 y 20 millones de dólares en la compra de los moldes, de ahí la intención de cambiar ese panorama con la construcción de la mencionada fábrica, proyecto en el que los miembros del CAD-CAM participan junto a la Universidad de Camagüey, entre otras instituciones.

La fábrica en ciernes, a través de encadenamientos, dinamizará otras instalaciones industriales, entre ellas la Empresa Conformadora de Productos de Aluminio Vladimir I. Lenin, en la capital del país, y la Planta Mecánica, en Camagüey.

Claudia Parra Montero, ingeniera mecánica, instructora y máster en Ciencias Técnicas, quien investiga en estrecha colaboración con la primera de esas empresas, prepara su tesis de doctorado sobre diseño automatizado de matrices de extrusión de aleaciones de aluminio, para la obtención de perfiles y formaletas empleados en los métodos de construcción industrializada de viviendas.

«Ya obtuvimos el software y el diseño de las matrices, lo que se corresponde con la primera fase. Falta la implementación en la industria, o sea, obtener un modelo de matriz y someterlo a las pruebas requeridas», explica.

Hoy las matrices, agrega el profesor Simeón Monet, se importan fundamentalmente de Italia y España, a un costo de unos 200 000 euros por juego.

Las Herramientas CAD-CAM, como suele calificar el colectivo a sus procederes científicos, son empleadas hoy por el ingeniero Luis Enrique García Marrero para el diseño óptimo de parques solares y eólicos desde la etapa de proyección, base de su tesis de doctorado, dirigida a obtener una aplicación en formato web, que tiene lista su primera versión.

El programa, explica, teniendo en cuenta las áreas que el decisor ha seleccionado, se conecta a un sistema de información geográfica que analiza la velocidad del viento y la radiación solar de la zona. A partir de esto, y de la base de datos sobre aerogeneradores y paneles solares, recomienda cuáles emplear y qué configuración deben llevar.

«De ese modo, a través de algoritmos de inteligencia artificial, es posible optimizar todas las variantes a tener en cuenta para la construcción de la instalación, así como los costos de inversión y mantenimiento, la energía a generar y los impactos ambientales».

SIN DESALIENTOS

Tiempo atrás, ni cortos ni perezosos, los investigadores holguineros, otra vez mano a mano con los especialistas de Planta Mecánica de Camagüey, emprendieron acciones decisivas para mantener en funcionamiento los grupos electrógenos distribuidos por todo el país, afectados, frecuentemente, por falta de elementos especiales de goma, principalmente sellos importados.

El equipo emprendió la proyección y el diseño de los moldes para la fundición de elementos de goma desgasificada, es decir, sin gases incluyentes, que son los que impiden el buen acabado de los sellos. Finalmente, la tecnología creada hizo posible que el índice de rechazo de la producción de esos sellos, ya puesta en práctica en un proceso primario en la entidad industrial agramontina, pasara de 80 % a 5 %. A partir de ese momento se ahorró tiempo y recursos, a la vez  que cesó la necesidad de asesoría extranjera en cuanto a la importación.

Con la referida empresa, el Centro de Estudios desarrolló moldes de inyección de plástico que requieren sistemas de refrigeración para evitar deformaciones de elementos con acabado preciso, en este caso las cachas (empuñaduras) de los machetes fabricados allí, que ascienden a unas 40 000 unidades al año, lo cual representa cerca del 90 % de lo que se importó en la nación por largo periodo, según el profesor Simeón.

Ante los aportes concretados y los proyectos en marcha, no existe pavoneo alguno por parte de los integrantes del CAD-CAM. Sí perduran inconformidades en cuanto a la aplicación de investigaciones, como ocurre con la encabezada por el doctor Roberto Estrada, acerca de la mitigación del impacto de huracanes de gran intensidad sobre las cubiertas ligeras de viviendas, fundamentalmente las conformadas con tejas de fibrocemento.

Aunque respaldada, entre otras cosas, por simulaciones matemáticas y la propuesta concreta de crear nuevos elementos estructurales para soporte, está frenada porque la Universidad no encuentra apoyo para realizar las pruebas pertinentes.

Pero situaciones como la descrita no infunden desaliento. Allí están de acuerdo con que las universidades acumulan un gran potencial científico capaz de mediar, positivamente, en el incremento del Producto Interno Bruto del país.